La velocidad en la que hoy en día vivimos inmersos, tanto profesional como personal, hace que nuestras ocasiones de ser creativos puedan verse mermadas, así como la posibilidad de cuidarnos y de disfrutar del día a día. Nuestra mente se anticipa continuamente y nos preocupamos por hechos que aún no han tenido lugar o por hechos ya pasados. Esto es debido a que, de alguna manera, dejamos que nuestros pensamientos automáticos y sin control dirijan nuestra vida. Todo ello nos produce incertidumbre, estrés y nos imposibilita que podamos disfrutar del momento, del ahora.
La creatividad entendida como la producción de algo nuevo y útil es una de las habilidades más necesarias para la vida actual. No se trata únicamente de crear, entendiendo como algo artístico, sino también de resolver problemas, y para ello hay que encontrar nuevas maneras de hacer las cosas, hay que salir de los automatismos, de todos aquellos patrones de pensamiento y conducta que nos limitan y nos restan flexibilidad en la vida; repitiendo y repitiendo situaciones con la sensación de no tener salida.
Mindfulness es una práctica que nos permite tener más control sobre nuestra mente, pensamientos y emociones. Dándonos cuenta de todo aquello a lo que nos aferramos y que ya no nos sirve, revisando creencias limitadoras y pudiendo crear nuevas formas saludables de relacionarnos con el presente. De esta forma se reduce el estrés así como la ansiedad y aumenta tanto la seguridad en uno mismo como el bienestar.
Además, por la experiencia obtenida, se puede decir que, en general, los procesos creativos bajo el prisma de la atención plena (mindfulness) nos ayudan a:
- Estar más abierto y perceptivo para reconocer antes los estímulos que disparan las reacciones y poder elegir mejor el comportamiento.
- Tener mayor conciencia de los estados emocionales y poder describirlos.
- Tener mayor conciencia de cuando se está en contacto con la experiencia presente o con el llamado piloto automático, inmerso en las rumiaciones.
- Profundizar en el auto-conocimiento a través de la autoobservación consciente y la expresión artística.
- Ser capaz de aceptar las imágenes que aparecen como proyecciones del interior y a partir de esta aceptación plantearse mejoras.
- Ser capaz de darse cuenta de las expresiones que le liberan y producen estados de calma.
- Reducir el estrés y aprender a calmar la mente.
- Mejorar la autoestima abandonando prejuicios y autocríticas.
- Responsabilizarse de su situación y dar pasos para cuidarse.
- Mejorar las relaciones al ser capaz de ver al resto de las personas con menores condicionamientos.
- Incrementar los recursos internos de concentración y aprendizaje.
- Integrar la atención plena y la creatividad en el día a día para gozar de una vida con menor sufrimiento.
La velocidad en la que hoy en día vivimos inmersos, tanto profesional como personal, hace que nuestras ocasiones de ser creativos puedan verse mermadas, así como la posibilidad de cuidarnos y de disfrutar del día a día. Nuestra mente se anticipa continuamente y nos preocupamos por hechos que aún no han tenido lugar o por hechos ya pasados. Esto es debido a que, de alguna manera, dejamos que nuestros pensamientos automáticos y sin control dirijan nuestra vida. Todo ello nos produce incertidumbre, estrés y nos imposibilita que podamos disfrutar del momento, del ahora.
La creatividad entendida como la producción de algo nuevo y útil es una de las habilidades más necesarias para la vida actual. No se trata únicamente de crear, entendiendo como algo artístico, sino también de resolver problemas, y para ello hay que encontrar nuevas maneras de hacer las cosas, hay que salir de los automatismos, de todos aquellos patrones de pensamiento y conducta que nos limitan y nos restan flexibilidad en la vida; repitiendo y repitiendo situaciones con la sensación de no tener salida.
Mindfulness es una práctica que nos permite tener más control sobre nuestra mente, pensamientos y emociones. Dándonos cuenta de todo aquello a lo que nos aferramos y que ya no nos sirve, revisando creencias limitadoras y pudiendo crear nuevas formas saludables de relacionarnos con el presente. De esta forma se reduce el estrés así como la ansiedad y aumenta tanto la seguridad en uno mismo como el bienestar.
Además, por la experiencia obtenida, se puede decir que, en general, los procesos creativos bajo el prisma de la atención plena (mindfulness) nos ayudan a:
- Estar más abierto y perceptivo para reconocer antes los estímulos que disparan las reacciones y poder elegir mejor el comportamiento.
- Tener mayor conciencia de los estados emocionales y poder describirlos.
- Tener mayor conciencia de cuando se está en contacto con la experiencia presente o con el llamado piloto automático, inmerso en las rumiaciones.
- Profundizar en el auto-conocimiento a través de la autoobservación consciente y la expresión artística.
- Ser capaz de aceptar las imágenes que aparecen como proyecciones del interior y a partir de esta aceptación plantearse mejoras.
- Ser capaz de darse cuenta de las expresiones que le liberan y producen estados de calma.
- Reducir el estrés y aprender a calmar la mente.
- Mejorar la autoestima abandonando prejuicios y autocríticas.
- Responsabilizarse de su situación y dar pasos para cuidarse.
- Mejorar las relaciones al ser capaz de ver al resto de las personas con menores condicionamientos.
- Incrementar los recursos internos de concentración y aprendizaje.
- Integrar la atención plena y la creatividad en el día a día para gozar de una vida con menor sufrimiento.